A un día de culminar el plazo de afiliación para participar en las elecciones primarias para las elecciones generales 2026 y poder ser candidatos a la presidencia, vicepresidencias, Congreso de la República (senadores y diputados) y Parlamento Andino, los 30 partidos políticos habilitados por el Jurado Nacional de Elecciones, se encuentran en una vorágine de actividad para asegurar inscripciones de valor suficiente para permitir contar con un candidato potente que les permita pasar la valla electoral y en algunos casos tentar a la presidencia necesariamente después de una segunda vuelta.
En las últimas horas Lima atraviesa por un significativo ajetreo político que marca el inicio de lo que podría ser, quizás, una de las elecciones presidenciales más caóticas y confusas de toda nuestra historia. Un sistema político en el cual se presentan 30 o más candidatos a la presidencia constituye la principal evidencia de la descomposición del sistema político. Los factores que nos pueden dar a conocer cómo se ha llegado a esta situación tienen las siguientes características:
Fragmentación política: donde ningún partido o candidato logra consolidar un apoyo mayoritario.
Debilidad de los Partidos Políticos: como reflejo una seria carencia de liderazgo y la deslegitimación consecuente donde sus integrantes son identificados como parte de un sistema corrupto, ineficiente e incompetente. Oportunismo Político: como la manifestación ade una mplia gama de propuestas recubiertas de ideología, los partidos compiten por el electorado solo en una carrera de oportunistas políticos tras el botín de los presupuestos del Estado.
Rechazo Ciudadano: La proliferación de candidatos es la expresión de descontento y desconfianza hacia los políticos establecidos, impulsando a más personas a postularse como una forma de castigo al sistema político.
Dificultad para Formar Mayorías: En un sistema político deslegitimado, y en crisis estructural resulta casi improbable que algún partido obtenga una mayoría clara, lo que llevaría a segundas vueltas electorales o a coaliciones post-electorales complejas.
Por donde se mire, un sistema nacional electoral que inicia un proceso de elecciones presidenciales de esta manera definitivamente solo puede ser motivo de gran preocupación, más aún después del accidentado proceso electoral del 2021, cuyas consecuencias aún sufrimos y es base de la demanda electoral de castigo contra los políticos.
En este claro deseo de sanción solo resulta previsible la polarización extrema del electorado que demandará candidaturas de carácter populista de extrema izquierda o de extrema derecha; el candidato más extremista que sintonice con el afán de sanción del electorado y al mismo tiempo con una propuesta clara sobre la demanda generalizada de trabajo, tendrá la gran oportunidad de alcanzar el éxito en una elección donde al momento hay más candidatos que soluciones.
Artículo publicado en el diario La Noticia: https://lanoticia.com.pe/mas-candidatos-que-soluciones/
Un comentario
Si efectivamente de acuerdo la solución tentativa es el confirmacion del civilismo ético que de las pautas de la eficacia contra la corrupción y el comunismo. Lo mismo que la ilustración acaba con la monarquía.