La permanencia de Nicolás Maduro en el poder viene generando una serie de preocupaciones respecto a una posible nueva ola migratoria desde Venezuela, impulsada por la situación crítica que enfrenta el país. A continuación, exploramos tres factores clave que están modelando la posibilidad una nueva crisis migratoria.
Condiciones reales y concretas del modelo cubano reflejado en Venezuela:
El modelo cubano, que ha llevado a la isla a una crisis profunda, encuentra un paralelo preocupante en Venezuela. La pobreza extrema es una realidad palpable; el país enfrenta una crisis de supervivencia con una escasez generalizada de alimentos y medicinas. Según un informe de la ONG Human Rights Watch, más del 90% de los venezolanos viven en condiciones de pobreza, y la inflación ha llevado los precios a niveles insostenibles. Además, la dependencia total del Estado es evidente, con una estructura gubernamental que mantiene el control mediante una policía política y una masa crítica que vive del régimen corrupto. La falta de oportunidades y la represión política obligan a muchos a considerar la emigración como una opción desesperada, aún a costa de sus propias vidas. En consecuencia el paralelo entre Cuba y Venezuela muestran una coincidente realidad más que evidente.
Economía sustentada en el crimen organizado:
La economía venezolana está profundamente vinculada al crimen organizado. El comercio ilegal de oro y el narcotráfico han sido identificados como pilares de la economía venezolana. Un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) revela que Venezuela es un punto crucial para el tráfico de cocaína en América del Sur, y el comercio ilegal de oro ha ganado notoriedad por su impacto negativo en el medio ambiente y las comunidades locales, convirtiendo al país en una plataforma de recursos innegables con destino a Europa y África. Estas actividades no solo perpetúan la corrupción interna en el poder, sino que también alimentan una economía paralela que contrasta con la devastación de la economía formal en caos.
Apoyo político y militar de potencias extracontinentales:
El régimen de Maduro ha buscado y recibido apoyo de potencias extracontinentales como Rusia, China e Irán. Este apoyo no es gratuito; implica un intercambio en el que Venezuela facilita actividades económicas ilegales a potencias extracontinentales en conflicto y contribuye a la desestabilización política de la región obteniendo a cambio el respaldo internacional de estas. Así, Rusia ha establecido acuerdos de cooperación en el ámbito militar y energético, mientras que China ha invertido en sectores estratégicos y fiancieros, a menudo a expensas de la soberanía venezolana. Irán, por su parte, ha fortalecido lazos militares y estratégicos, que incluyen la venta de armamento y apoyo en la lucha contra las sanciones internacionales, y zonas de descanso de organizaciones terroristas. Estos respaldos han permitido a Maduro mantener el poder, a cambio de facilitar una red de comercio ilegal y fomentar el caos regional.
Para continuar en el poder, Nicolás Maduro necesita controlar a la población, mantener su alianza con potencias extranjeras y seguir sobreviviendo económicamente a través de actividades ilegales. La combinación de estos factores genera una herramienta de aplicación transversal sobre sus intereses vitales: “la migración masiva de venezolanos” hacia Hispanoamérica (excluye Brasil). La migración masiva permite a Maduro expulsar a una significativa cantidad de disidentes políticos, incluye pobres, enfermos y criminales, que al igual que en Cuba les permite asegurar el control policial sobre la población interna; con ello genera una inevitable crisis humanitaria acompañada por organizaciones del crimen internacional organizado, lo cual le permite fortalecer su estructura de economía ilegal y generar la desestabilización de los regímenes políticos en la región que demandan sus aliados extracontinentales.
Bajo esta perspectiva, Venezuela se consolida bajo el gobierno de Maduro, en una Cuba dentro de América del Sur que traerá nuevas complicaciones a la seguridad y estabilidad política en los gobiernos de la región, al mismo tiempo que enturbiará las relaciones a nivel doméstico, regional y global. Ello es lo que por ahora implica la continuidad del gobierno de Maduro en Venezuela.
Un comentario
Totalmente de acuerdo con el análisis y su conclusión final: “…Bajo esta perspectiva, Venezuela se consolida bajo el gobierno de Maduro, en una Cuba dentro de América del Sur que traerá nuevas complicaciones a la seguridad y estabilidad política en los gobiernos de la región, al mismo tiempo que enturbiará las relaciones a nivel doméstico, regional y global. Ello es lo que por ahora implica la continuidad del gobierno de Maduro en Venezuela.”; dolo agrgaria una certeza: Por todo ello, las fuerzas democráticas del continente debemos ejecutar una estrategia inmediata para derurmbar a la narco dictadura cívico-militar encabezada por Maduro con el manejo de la inteligencia cubana