LIENDO O'CONNOR

INTELIGENCIA + ESTABILIDAD

FORMULA VIEJA: EL CRIMEN TRANSNACIONAL ORGANIZADO HA LOGRADO LO QUE NUESTROS POLÍTICOS NO PUEDEN

Ah…!!!, “La Seguridad”. Ese concepto que hoy, en pleno siglo XXI parece tan ambiguo y etéreo que nuestros gobiernos insisten incansablemente en “controlar” para reducirlo a una “simple percepción”, pero que más bien parece el escenario de una obra donde los actores no tienen guion. A pesar de sus “valientes” intentos por asegurar a la población que están “tomando medidas” para frenar la violencia del crimen transnacional organizado, y el denodado empleo de muchos policías honestos, y soldados armados con fusiles de guerra en las calles, la realidad pinta otro cuadro. Un cuadro en el que, al parecer, la violencia está mucho mejor organizada que el propio gobierno.

El crimen transnacional organizado —esas redes multinacionales de la ilegalidad que no conocen fronteras— ha logrado lo que nuestros políticos no pueden: coordinarse y expandirse a nivel internacional sin esfuerzo alguno. Estas organizaciones criminales manejan sus negocios como corporaciones globales y ofrecen un servicio al cliente de corrupción impecable mientras el gobierno se distrae persiguiendo ladronzuelos de esquina, prontuariados liberados y aspirantes a sicarios bajo el paraguas de la “seguridad ciudadana”. En nuestro país el objetivo del crimen transnacional de mantener los canales estratégicos para asegurar sus negocios en medio de la economía ilegal peruana se fortalece.

Ahora más que nunca, es necesario comprender la diferencia clave entre la “seguridad nacional” y la “seguridad ciudadana”, y que debería ser muy clara, aunque nuestros políticos parecen confundirlas a menudo. La seguridad nacional trata de proteger al Estado y sus instituciones frente a enemigos que, por lo general, no involucran un asaltante con una pistola en la esquina del barrio. Hablamos de la defensa ante el narcotráfico, el terrorismo, las economías ilegales o cualquier otra amenaza que ponga en jaque al país entero. Mientras tanto, la seguridad ciudadana se refiere a proteger al individuo común y corriente del crimen cotidiano. Pero claro, nuestro gobierno parece pensar que, si pueden poner más policías en las calles, mágicamente desaparecerán los problemas de violencia generada por complejas redes criminales internacionales.

Y así estamos, con un gobierno que confunde poner más policías en las calles con “combatir el crimen transnacional”. Porque, claro, los cárteles y las redes de trata de personas seguro están aterrorizados ante la última “declaratoria de emergencia” para lograr la tan ansiada “seguridad ciudadana”.

Una vez más, los políticos demuestran que la seguridad, al parecer, es solo una palabra vacía. El crimen transnacional se adapta y evoluciona, mientras el gobierno sigue aplicando las mismas viejas fórmulas para un problema que claramente no entiende. El resultado es el mismo: más violencia, menos control, y un espectáculo de incompetencia que sólo beneficia a los criminales.

Fuente: https://lanoticia.com.pe/la-formula-vieja/

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