Este domingo 5 de junio, se realizaron las elecciones parlamentarias europeas, las cuales muestran una objetiva tendencia desde un importante sector de la población europea frente a la crítica situación de inestabilidad política, económica y social del viejo continente debido a los efectos de las migraciones masivas que se expanden hacia el continente y a las guerras tanto en territorio ucraniano y su posibilidad de escalada, así como a la guerra entre Israel y la organización terrorista de Hamas. En márgenes generales, los partidos considerados de derecha o que se alejan de las propuestas de izquierda globalista como: European People’s Party (191 asientos), European Conservatives and Reformistsm (71 asientos), Indentity and Democracy Group (57 asientos), señalan lo que podría ser considerado el inicio de un cambio significativo en la postura política de Europa en países como: Alemania, Italia y Francia; y un fortalecimiento de posiciones políticas compartidas de países como Polonia, Hungría o Checoslovaquia.
Estos resultados desataron diferentes reacciones; por ejemplo, Francia se vio envuelto en un dramático desenlace; su presidente, Emmanuel Macron, disolvió el parlamento nacional tras una fuerte derrota ante el partido de su competencia directa. “He decidido devolverles la elección de su futuro parlamento por decisión de voto”, dijo el presidente francés, anunciando así elecciones que se darán a finales de este mes. Por otro lado, el primer ministro de Bélgica renunció a su cargo tras una desastrosa derrota en las elecciones nacionales y europeas.
El resurgimiento de la derecha es claro en el viejo continente en tiempos de crisis, esto podría ser parte de una tendencia global, ya que se especula que las elecciones del Reino Unido y Estados Unidos tengan una figura parecida. Debemos mantenernos atentos a estos resultados que podrían ser clara demostraciones de las futuras tendencias y su impacto en Hispanoamérica y en cada uno de nuestros países.